Cuidados básicos de los Pies en adultos mayores

Adulto mayor ¿Has sentido molestias en los Pies que te impiden cumplir con tu rutina diaria? ¿Te has visto en la necesidad de hacer descansos más prolongados porque no resistes el dolor en los Pies? El desgaste diario, la falta de cuidado y atención, puede ser la causa principal del deterioro de tus Pies. Al igual que el resto del cuerpo, los Pies y extremidades inferiores envejecen y se vuelven susceptibles a las lesiones e infecciones ¿Cómo evitarlo o superarlo?

Indudablemente, con atención especializada en manos de podólogos profesionales.

Una de las principales causas de los problemas en los Pies es el uso de zapatos inadecuados. 3 de cada 4 personas mayores usan zapatos que son demasiado pequeños, llevándoles a padecer de juanetes, callosidades, dedos de martillo, dolor en el talón, uñas encarnadas, entre otras.

Prevención y cuidados

Al comprar zapatos, verifica que se ajusten correctamente. Evita utilizar calzados estrechos, apretados que lastimen o rocen excesivamente la piel y los dedos.
Limpia e inspecciona tus Pies a diario. Lávalos con agua tibia y jabón y sécalos con cuidado. Si se te hace difícil, pide ayuda a un familiar.
Hidrátalos a diario, aplicando una crema indicada, excepto entre los dedos.
Para mantener la sangre circulando a los Pies, colócalos en alto cuando estés sentado o acostado.
Evita sentarte por largos periodos de tiempo. En caso de ocurrir, realiza una caminata larga o sumerge tus Pies en agua tibia.
No expongas tus Pies a bajas temperaturas.
Dile no al cigarro. Su consumo aumenta la posibilidad de hinchazón y agrava los problemas de circulación.

Cumplir con los cuidados básicos y acudir mensualmente a manos de un podólogo profesional, capaz de diagnosticar tu condición y elegir el tratamiento adecuado para el caso, te ayudará a evitar patologías pódales y a mantenerte activo e independiente. No lo olvides: Tus Pies son el sostén de tu cuerpo, merecen la mejor atención.

Somos una Clínica Especializada al Cuidado de Tus Pies

Al comprar zapatos, verifica que se ajusten correctamente. Evita utilizar calzados estrechos, apretados que lastimen o rocen excesivamente la piel y los dedos.

Limpia e inspecciona tus Pies a diario. Lávalos con agua tibia y jabón y sécalos con cuidado. Si se te hace difícil, pide ayuda a un familiar.

Hidrátalos a diario, aplicando una crema indicada, excepto entre los dedos.

Para mantener la sangre circulando a los Pies, colócalos en alto cuando estés sentado o acostado.

Evita sentarte por largos periodos de tiempo. En caso de ocurrir, realiza una caminata larga o sumerge tus Pies en agua tibia.

No expongas tus Pies a bajas temperaturas.

Dile no al cigarro. Su consumo aumenta la posibilidad de hinchazón y agrava los problemas de circulación.